La discriminación de la mujer también llamada
“discriminación de género” la encontramos en todos los ámbitos de la vida:
laboral, académico, social, profesional, económico y hasta en el mismo hogar.
Actualmente la
discriminación contra la mujer se siente más debido a que ahora las mujeres
pueden aplicar a cualquier carrera y en
muchos casos resultan ejecutar los trabajos de mejor forma y ser más eficientes
que los hombres, por esta razón ellos crean un resentimiento de sentirse opacados
por ellas.
Las mujeres,
resultan víctimas de crímenes sexistas, Argentina registró el año pasado 105 crímenes de
mujeres jóvenes asesinadas por sus parejas.
La discriminación de la mujer se
registra en todo el mundo, siendo más pública y notoria en algunos países que
en otros.
Pero no obstante la “conquista formal”
de los derechos de la mujer en Latinoamérica, en virtud de pactos y tratados,
se sigue verificando en los hechos: conductas y actitudes discriminatorias
hacia la mujer.
Discriminar es “separar”, “distinguir”
una cosa de la otra; desde el punto de vista social significa dar trato de
inferioridad a una persona por motivos raciales, religiosos, políticos y de
género.
En el ámbito
laboral, en igualdad de condiciones y responsabilidades el
salario de la mujer es inferior al salario obtenido por el hombre; en otros
casos en la competencia por la jerarquización dentro del trabajo; resulta
discriminada la mujer.
Al momento de la búsqueda de empleo a
una mujer se le pregunta la edad y el estado civil, pesando muchas veces esto
más que su currículo.
Sin duda el panorama no es tan negro,
pues la mujer ha conquistado excelentes puestos y lugares en la sociedad,
demostrando su eficacia y obteniendo reconocimiento; pero sin duda lo ha
hecho empeñando un mayor esfuerzo.
No se trata de “feminismo” ni mucho
menos de “machismo”, estos mismos términos son discriminatorios pues están
“distinguiendo” y no resultan saludables a ninguna sociedad.
La organización Pionera
en condenar la discriminación de género fue la ONU en la Carta de las Naciones Unidas; adhiriendo la mayoría de los países y
dictando éstos sus propios tratados y pactos.
En el marco de los derechos humanos, el
Pacto de San José de Costa Rica garantiza la igualdad entre hombres y mujeres,
obliga a los Estados a condenar la discriminación, y a tomar las medidas
adecuadas de protección y sanción.
En todos los países latinoamericanos
encontramos a disposición lugares para realizar denuncias en caso de
discriminación de género, es importante denunciar y no callar para eliminar por
completo cualquier tipo de discriminación a la mujer.
Los datos que proporciona esta noticia, muestran que todavía no existe una verdadera igualdad. A pesar de todos los programas que existen en contra de la discriminación de la mujer
ResponderEliminarEs evidente que aún no se puede alcanzar una igualdad de género especialmente porque la sociedad ha vivido bajo una ideología machista desde siempre. Claro que la agresión física puede haber disminuido, por lo menos en occidente, pero existen otros tipos de violencia y discriminación.
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